Este hombre

Este hombre. Este hombre que fue primero mi colega. Desde la primera vez que me senté a su lado sentí ese inconfundible cosquilleo en el bajo vientre. Años más tarde, esta química física se intensificó. Este hombre se convirtió en más que un colega. Se convirtió en una fantasía. Una fantasía compartida. Una fantasía a la que finalmente nos entregamos durante una velada algo planificada. Una fantasía que repetimos a lo largo de los años. Este hombre se convirtió en mi amante, mi amigo, mi confidente, mi fantasía viva. Me enseñó a observarme, tocarme, tomar fotos y videos íntimos.

Él me enseñó a confiar y a ser confiado. Este hombre me ayudó a abrazar y compartir mi cuerpo. Me hizo sentir bella, buena, femenina. Reavivó mi gusto por los placeres de la carne. Me dejó tomarlo, saborearlo. A veces con suavidad, a veces con intensidad. Lo lamí, lo chupé, lo monté, lo dejé jugar con mi cuerpo, le rogué que me penetrara. Pedí más, una y otra vez. Aunque nuestra relación era completamente inapropiada y debía permanecer en secreto, fue buena para mí. Me permitió recuperar el poder sobre mi cuerpo y mi vida. Este hombre me dejó dar rienda suelta a mi feminidad y sexualidad.

Él me liberó. Este hombre me hizo soñar. Me hizo fantasear y jugar con mi cuerpo durante nuestros numerosos intercambios de fotos, vídeos y sexting. Me hacía temblar a diario en el trabajo. Me hizo reír. Me satisfizo durante nuestras reuniones secretas. Él hizo mi vida más ligera. Este hombre fue el comienzo de la mejor versión de mí mismo. Esta relación duró dos años. Luego, de mutuo acuerdo, lo terminamos. Sin embargo, nunca renunciamos a nuestra amistad y complicidad. La química física sigue ahí, aunque más controlada.

Hoy estoy con un hombre único y maravilloso. Un hombre que amo. Un hombre que me llena. Un hombre con el que deseaba convertirme en su mujer. Un hombre que le guste compartirme. Un hombre que disfrute viendome disfrutar con otro. Un hombre tan confiado en nosotros y en nuestro amor que me permite disfrutar de otros hombres. Él conoce íntimamente la relación que tuve con este otro hombre. A menudo nos ha visto juntos y fantasea con verlo llevarme. Incluso dio explícitamente su consentimiento, algo que el otro hombre hasta ahora se ha negado a aceptar.

Han pasado años desde nuestro último contacto físico, pero este hombre ahora parece tentado nuevamente. Siento que quiere sucumbir al encanto de mis labios en su cuerpo. Sueña con nuestras escapadas nocturnas prohibidas y sus múltiples placeres. Quiere tomarme, agarrar mis caderas y sentirme sobre él al ritmo de su pelvis contra la mía. Este hombre quiere su mano en mi cabello, guiando el movimiento de mi boca sobre él. Quiere sentir que lo envuelvo y lo chupo hasta el clímax. Quiere que trague cada gota de él, sin dejar rastro de su extravío.

Este hombre vuelve a fantasear conmigo. Sabiendo muy bien que todavía fantaseo con él. El pasado se mezcla con el presente. Los recuerdos de sensaciones regresan con la esperanza de crear otras nuevas. ¿Daremos el paso en esta nueva realidad? Hoy se presentan tantas posibilidades. Para mí, tener a este hombre y al mío juntos al mismo tiempo es una fantasía inesperada. Este mero pensamiento es suficiente para excitarme. Sueño con su complicidad para satisfacerme, a pesar de sus totales diferencias. Es como si dos versiones de mí se encontraran para unirse y convertirse en una... El amante secreto del pasado se encuentra con la Hotwife liberada de hoy. Por ahora sólo queda una pregunta. ¿Sucumbiremos...?